Pero ahora estaba muy pochita...
Y aunque ya había tenido algunas restauraciones, la verdad es que tenía muy mal aspecto...
Así que después de navidades me dediqué al "reciclado". Y volví a utilizar los cupones de la ONCE de mi tío Pablo.
Fue entretenido... La parte de abajo la forré completamente con los cupones. Cubrir las esquinas fué lo más laborioso, pero con los cupones siempre queda bien.
Ahora los botones tienen una caja para estár en condiciones mucho más cómodas...
Creo que así la podré utilizar muchos más años... si Lucas no se la come....